Pasaje clave:
Y Moisés puso por
escrito todas las palabras del Señor, y por la mañana se levantó y al pie del
monte construyó un altar y erigió doce columnas, una por cada tribu de Israel
(Éxodo 24:4).
Resumen:
El Señor continúa proponiendo leyes para castigar y disuadir el robo de bienes de ganado, y para regular el uso de los terrenos de pastoreo y de siembra, también leyes para dirimir disputas que pueden surgir cuando se está en posesión de bienes ajenos y estos se estropean o son robados, y otras leyes que se proponen tienen como fin solventar conflictos que puedan surgir entre el padre de una mujer soltera y el hombre que la seduzca, y también se proponen leyes para indicar lo que se debe hacer tras la muerte de un ladrón dependiendo de la circunstancia en la que se le de muerte, así como la restitución de lo robado, y se proponen aun leyes para regular los préstamos, con el fin de proteger al deudor que no puede pagar y el derecho de los pobres, y otras leyes que se proponen procuran prevenir el falso testimonio en contra del inocente, y que se dé un buen trato al extranjero, y el no dejarse llevar por las malas intenciones de la mayoría y el no aceptar regalos cuyo fin es pervertir los actos de justicia, y se proponen más leyes aún para indicar la observancia del día de reposo, y se proponen tres fiestas anuales: la fiesta de los panes sin levadura, la fiesta de cosecha (festival de pentecostés) y la fiesta de la cosecha final, y más adelante se advierte sobre la necesidad de escuchar la voz del ángel del Señor, y de no caer en la idolatría de los pueblos que han de echar de la tierra en la cual están siendo introducidos, y se señalan los límites de esta tierra desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el río Éufrates, y por último el Señor hace un llamado a Moisés a comparecer junto con Aarón, y dos hijos de este que son Nadab y Abiú, y a setenta ancianos que deben permanecer a distancia, luego Moisés vuelve al pueblo para informarles de las palabras y decisiones del Señor, y el pueblo acepta acatar todas las palabras que el Señor ha pronunciado, y Moisés ofrece holocaustos y pone la mitad de la sangre en tazones y la otra mitad la esparce sobre el altar, y luego les lee el libo del pacto, y luego esparce sobre el pueblo la sangre que está en los tazones, y los ancianos obtienen un vistazo del Dios de Israel, y lo que ven debajo de sus pies es como un embaldosado de zafiro semejante al cielo cuando está sereno.