En qué consiste

El estudio bíblico secuencial histórico consiste en hacer un recorrido leyendo toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, durante el lapso de un año, con el fin de obtener una idea secuenciada históricamente, de la totalidad del relato bíblico. El autor del plan de lectura ordenó los diferentes capítulos y libros de la Biblia de acuerdo con la secuencia histórica en que ocurrieron cada uno de los eventos bíblicos, que no es necesariamente la manera como están ordenados los libros en nuestras biblias. El relato secuencial histórico permite apreciar la relación causa-efecto de un evento con el que sigue, mejorando así la comprensión de la manera como se fue gestando el plan de Dios para glorificarse a sí mismo salvando a Sus elegidos.

Como el lector serio habrá notado, el orden que siguen los libros de nuestras Biblias no es necesariamente cronológico, pues la mayoría de ellos están agrupados por género literario. Un ejemplo de ello lo constituye el libro de los Salmos, que se encuentra incluido dentro del grupo de los libros sapienciales y poéticos. Sin embargo, el contenido de la mayoría del libro de los Salmos se produjo en los tiempos del Rey David, cuya vida se relata unos diez libros más atrás, en los dos libros de Samuel, que pertenecen al grupo de los libros históricos, de modo que, en un plan de lectura regular, no se tiene la oportunidad de relacionar el contenido de cada uno de los Salmos de David con el evento específico en la vida del Rey, que motivó su escritura. En el estudio secuencial histórico se resuelve este problema, pues el autor del ordenamiento secuencial ha tenido el cuidado de elaborar un plan de lectura que intercala los salmos que corresponden, entre los capítulos de 1º y 2º de Samuel. Asimismo, los libros del género epistolar del apóstol Pablo, se intercalan entre los capítulos correspondientes del libro histórico de Hechos de los Apóstoles.

Con la lectura secuencial histórica, el estudiante serio puede desarrollar un conocimiento más contextualizado del contenido bíblico y así ir superando el conocimiento fragmentado, inconexo que pudo haber desarrollado anteriormente, pues es muy importante situar dentro de su contexto histórico, geográfico y cultural, cada una de las enseñanzas de las Escrituras para no cometer errores en la aplicación de ellas a nuestras vidas en la actualidad.

Es importante hacer notar que la persona que compiló el plan de lectura es el señor Colin Candy, un ingeniero civil que también fue estudioso de la Biblia.