Pasaje clave:
«De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven. Por tanto, me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza» (Job 42:5, 6).
Resumen:
Por fin habla Dios a Job, desde un torbellino, y le hace una serie de preguntas relacionadas con todo lo creado por Él, preguntas sobre el poder que Él tiene (y que Job no tiene) sobre la tierra, el mar, el surgimiento de cada nuevo día, la muerte, la fuente de la luz, el fin de las tinieblas, los elementos y los fenómenos atmosféricos y sus efectos en la tierra, el orden de las constelaciones, el corazón y el espíritu del hombre, los animales salvajes y sus fuentes de alimento, los ciclos y hábitos extremos de vida de ellos, las bestias cuya fuerza no puede aprovechar el hombre, las aves cuya belleza es inimitable, la manera como las crías de avestruz salen adelante a pesar de la ignorancia de su madre, la fuerza y la valentía del caballo, el vuelo con rumbo determinado del gavilán, el comportamiento majestuoso del águila para cazar presas y sustentar sus crías, y con todo esto le hace ver a Job la insensatez de contender con Él, reconociendo Job su incapacidad para responderle y que lo mejor es callar, prosiguiendo Dios con preguntas para hacerle ver a Job que si él pudiera invalidar el juicio de Dios y condenar a Dios, entonces debería ocupar el lugar de Dios, adornándose de la majestad y la alteza de Dios y ejerciendo la potestad que Él ejerce sobre los impíos, luego Dios le describe a Job el behemot, una criatura de la tierra, cuya condición de bestia gigantesca y de gran poderío le permite mantener la calma ante peligros que espantarían a los humanos, y le describe el leviatán, otra criatura, esta vez de las aguas, que se destaca por sus características de bestia indomable, cuya presencia intimida aún al más valiente, y cuyas impenetrables escamas le permiten mantenerse inmutable ante cualquier peligro, y por último, Job reconoce la omnipotencia y la omnisciencia de Dios, y se arrepiente de haber hablado lo que no sabía, y se regocija de que ahora tiene un conocimiento directo de Dios, y Dios pasa ahora a reprender a los tres amigos de Job (no reprende a Eliú), y les manda hacer sacrificio pidiendo a Job orar por ellos, ya que ellos fueron incapaces de hablar de Dios con rectitud, y al final Dios restaura a Job bendiciéndole con el doble de todo lo que tenía anteriormente, y con cuatro hijos varones y tres hermosas hijas mujeres.
Lección:
A las personas que han aprendido a hacerle frente a la realidad de la verdadera naturaleza de Dios no les queda más remedio que arrepentirse de su ignorancia anterior y empezar a vivir una vida consecuente con esa naturaleza.
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