Día 002 / Génesis 4, Génesis 5, Génesis 6, Génesis 7, Génesis 8:1-19

 Pasaje clave:

“Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda” (Génesis 4:4). “Enoc anduvo siempre con Dios, y un día desapareció porque Dios se lo llevó (Génesis 5:24). “Noé era un hombre justo. En sus acciones fue perfecto, pues siempre anduvo con Dios” (Génesis 6:9).

Resumen:

Adán y Eva procrean a Caín y a Abel, pero el primero mata al segundo, entonces Dios le da otro hijo a Adán llamado Set, de modo que se desarrollan dos líneas de descendientes: la de Caín que sale de la presencia del Señor y la de Set que invoca el nombre del Señor, destacándose entre estos últimos Enoc, quien no vio muerte por haber andado con Dios, pero con el tiempo las dos líneas se cruzan dando origen a una maldad de tal magnitud que Dios actúa soberanamente borrando de la tierra al ser humano y a las bestias, los reptiles y las aves, pero extendiendo Su gracia a Noé, a quien encarga construir un arca para salvarse del diluvio universal él y su familia junto con un macho y una hembra de los animales.

Lección:

Ante la maldad de Caín, Dios se glorificó en Abel, ante la maldad de los descendientes de Caín, Dios se glorificó en Enoc, ante la maldad de todos los seres humanos, Dios se glorificó en Noé, y ante la maldad de nuestros tiempos, gracias a la obra de Jesús en la cruz Dios se glorifica en aquellos que hayan aprendido a andar con Él con un corazón limpio.